El Paseo Funcional

Por tanto podríamos decir que algo funcional para nuestros perros son aquellas actividades que les permiten aprender y perfeccionar técnicas comunicativas, gestionar emociones y energías en aspectos y acciones dirigidas a un objetivo y a tenor de la especie a la que pertenecen realizar funciones cognitivas (resolutivas), fisiológicas y motoras con el fin de adaptarse al nuevo entorno.

“Un efecto de lo funcional es contribuir a un fin biológico como, por ejemplo, la supervivencia, la reproducción o el auto-mantenimiento.” [Artiga, M. y Martinez M. 2016]

Por tanto establecer un paseo funcional para nuestros perros es sinónimo de la obligatoriedad de crear un escenario que cubran sus necesidades durante el mismo.

Las necesidades de un perro vienen determinadas por el bienestar que le procesan, estando marcadas por un orden jerárquico que hoy en día se aceptan dentro de la sociedad científica [Pirámide de Maslow].

La Pirámide de Maslow adaptada a nuestros perros es la teoría de motivación que trata de explicar qué impulsa la conducta de estos y cómo jerarquizan sus pulsiones [ganas de cubrir ciertas necesidades] diariamente.

Linda Michaels (Psicóloga y Entrenadora de Perros) planteó una  jerarquía de necesidades para los perros con cinco niveles: Necesidades biológicas, emocionales,  sociales, entrenamiento amable y cognitivas.

Estos son los aspectos que marcarían la hoja de ruta para planificar un buen “paseo funcional” para nuestros perros.

Un paseo plano de oportunidades

Para que un paseo pueda ser funcional para mi perro ha de encontrarse en unas 𝗰𝗶𝗿𝗰𝘂𝗻𝘀𝘁𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗯𝗶𝗼𝗳í𝘀𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗿𝗿𝗲𝗰𝘁𝗮𝘀 una alimentación plena de nutrientes y los niveles hídricos en un nivel óptimo que le procuren una hidratación adecuada, además de estar descansado y motivado generarán el primer nivel de bienestar que le posibiliten disfrutar de su paseo. “Pero no solo de pan y agua vive el “perro”.

Es importante tener en cuenta y recordar que las necesidades fisiológicas básicas de nuestros perros  han de ser cubiertas lo antes posible durante el momento de esparcimiento, la necesidad de miccionar o defecar [paseo higiénico] forman parte de un tipo de estimulación determinadas como internas, a lo mismo que la sed, el hambre, el dolor, o el picor afectarán  a los comportamientos de mi perro en sus relaciones.

Las 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝗱𝗮𝗱𝗲𝘀 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹𝗲𝘀  en un perro quedan marcadas por su especie y por tanto su Umwelt, que no son más que las características sensoriales, motoras y anatómicas, así como las sociales con las que interactúa en el ambiente con todos y cada uno de los estímulos existentes. Es importante que, como tutores, seamos o hayamos adquirido una condición ecuánime de 𝗔𝗽𝗲𝗴𝗼-𝗦𝗲𝗴𝘂𝗿𝗼 para el , esto generará mayor seguridad durante el paseo y sabrá que podrá contar con nosotros si lo necesita, así como favorecer experiencias positivas durante la salida completará los ingredientes oportunos para un paseo de calidad desde el punto de vista emocional. Es aquí donde os invitamos a saber más sobre el apego-seguro en nuestro artículo “Comunicación, Contagio Emocional y Relación”

Por este motivo, debemos facilitarle durante el paseo momentos en los que pueda 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗮𝗰𝘁𝘂𝗮𝗿 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲 con la totalidad de sus sentidos, especialmente con el olfato, oído y vista. Proponer ejercicios que puedan 𝗽𝗼𝗻𝗲𝗿 𝗮 𝗽𝗿𝘂𝗲𝗯𝗮 𝘀𝘂 𝗰𝗼𝗻𝘀𝘁𝗶𝘁𝘂𝗰𝗶ó𝗻 𝗮𝗻𝗮𝘁ó𝗺𝗶𝗰𝗮 𝘀𝗶𝗻 𝗿𝗶𝗲𝘀𝗴𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 é𝗹 [subir y bajar rampas y escaleras, ejercitar su equilibrio y lateralidad] , además de permitirle desarrollar su musculatura a través de carreras y saltos adecuados a su tamaño y edad. El apoyo emocional y la comunicación con su tutor es una parte imprescindible para nuestros perros , más aún en lugares donde ha de realizar un esfuerzo adaptativo por ser novedoso para sus sentidos.

Otra pieza fundamental es 𝗲𝗹 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼 , 𝘃𝗲𝗵í𝗰𝘂𝗹𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝘇𝗮𝗷𝗲 𝘆 𝗹𝗮 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗰𝗶ó𝗻 intra e interespecie, no debemos olvidarnos que nuestro perro a igual que nosotros es un individuo gregario (cohesionado en grupos) y social que le gusta la interacción diaria. Durante los juegos es importante que sean dirigidos desde un marco “colaborativo” más que competitivo por el objeto de juego, esto aumenta la probabilidad de estar realizando una actividad emocional con una valencia más positiva y por tanto cohesiva con nuestros perros.

Como compañeros de vida, debemos ayudar a entender a nuestros perros los quehaceres de la sociedad humana, sus exigencias y sus peligros, los aspectos educativos transferidos a través de 𝗹𝗮 𝗵𝗲𝗿𝗿𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗰𝗿𝗲𝗮𝗿á 𝗲𝗹 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗽𝗲𝗿𝗳𝗲𝗰𝘁𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗿𝗹𝗲. Este elemento es otro de los pilares en un paseo funcional, en donde los aspectos positivos de la interacción ambiental y social se juntan con la lúdica y pedagógica amable.

Por último, pero no por ello menos importante, es el contacto social durante el paseo o después de él , la interacción funcional para nuestro perro basado en el masaje o el acicalamiento [grooming}, transmiten estados emocionales positivos en ambientes nuevos o ya conocidos para él, delante de estímulos apetitivos o aversivos, siempre creará un escenario asociativo próspero. Una forma agradable de combinar esto es con una relajante ducha o baño, que además cubrirá otras de las grandes necesidades de nuestro perro, la higiene personal.

Recuerda que los perros se esfuerzan para que los comprendamos, la observación es la base de una relación placentera, amable y sobre todo funcional.